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El bienestar del menor debe prevalecer sobre las diferencias de la expareja. En este juego de estira y afloja de los adultos no siempre es fácil mantenerse como educador, referente y apoyo emocional. Por ello, la ayuda psicológica
es fundamental tanto para los progenitores como para los hij@s. Las emociones deben liberarse evitando bloqueos, construyendo una relación basada en la comunicación, revirtiendo en la seguridad, tranquilidad y autoestima del
menor.
El divorcio es un factor que puede afectar al desarrollo infanto-juvenil obligando a los niñ@s a efectuar un brusco ajuste pisco-emocional y social. El menor afrontará la nueva situación en función de su biografía, su carácter,
el contexto socio-económico, los apoyos emocionales y las habilidades y herramientas con las que cuente.
Variables que afectan la conducta de los hij@s a corto y largo plazo.
Factores sociales que les afectan:
-El cambio en el entorno (vivienda, colegio, amigos) .
-La convivencia forzada con uno de los progenitores
(si la custodia no es compartida al 50 %.
-La disminución de la acción del progenitor con el que no conviven.
-Las nuevas parejas con/sin hijos: Teniendo que aceptarlas y afectando a la relación del progenitor
con su hij@.
-La frecuente pérdida de poder adquisitivo.
Repercusiones frecuentes:
-Menor rendimiento académico.
-Autoconcepto dañado.
-Los problemas de conducta (agresividad, encopresis etc)
-Aparición
de dificultades sociales (retraimiento, introversión etc).
-Dificultades emocionales (ansiedad, miedo, depresión.)
El deseo de los padres/madres es que el divorcio tenga la mínima repercusión sobre el psiquismo de los niñ@s. La premisa que debe dirigir la relación entre familias “separadas” es la comunicación. Se debe intentar hablar
a los hij@s independientemente de la edad que estos tengan de modo claro y sencillo (siempre adaptando la conversación a su edad). Evidenciar la nueva realidad, sin esconderles nada, les hará ganar en seguridad y no les
hará fantasear. La ruptura como pareja no debe implicar la escisión de los padres/madres como educadores y referentes.
Los niñ@s son muy intuitivos y sensibles, por ello se debe tener sumo cuidado con las palabras que empleamos, el tono y la intencionalidad. Los menores son auténticas esponjas que captan las emociones, el ambiente y
el entorno que les rodea.
Por ello, es fundamental no “instrumentalizar” a los niñ@s. Los menores no deben posicionarse de una parte u otra pues ambos son sus padres/madres y quieren a ambos. Hacer que un niñ@ sea partidista es adjudicarle un rol de
adulto que no le pertenece comprometiéndole emocionalmente, pudiéndole repercutir negativamente en su autoestima y afectándole en su convivencia y en su concepción futura de la pareja y el compromiso. Añádase que el alienamiento
de un hij@ puede mutar, en un futuro, en rencor por sentir cierta manipulación en lsu infancia.
Errores frecuentes
Criticar a la expareja delante del menor o permitir que terceros lo hagan.
Actuar con las emociones a flor de piel, dejándose dominar
por éstas.
Mostrarse deprimido, desmoronarse ante los niñ@s
El victimismo
Poner al menor en contra de la expareja que es a la postre, su padre/madre (alienamiento parental).
Emplear a los niñ@s como mensajeros
entre los adultos.
Discutir ante los niñ@s evidenciando puntos de tensión.
Manipular a los menores con regalos es un arma de doble filo. Los menores intentan extraer cierto provecho del divorcio, efectúan comparaciones
y les perjudica por la impronta que queda en su inconsciente.¿Cómo evitar que el divorcio dañe a los niñ@s? 3
Errores frecuentes
Criticar a la expareja delante del menor o permitir que terceros lo hagan.
Actuar con las emociones a flor de piel, dejándose dominar
por éstas.
Mostrarse deprimido, desmoronarse ante los niñ@s
El victimismo
Poner al menor en contra de la expareja que es a la postre, su padre/madre (alienamiento parental).
Emplear a los niñ@s como mensajeros
entre los adultos.
Discutir ante los niñ@s evidenciando puntos de tensión.
Manipular a los menores con regalos es un arma de doble filo. Los menores intentan extraer cierto provecho del divorcio, efectúan comparaciones
y les perjudica por la impronta que queda en su inconsciente.¿Cómo evitar que el divorcio dañe a los niñ@s? 3
Se tiene que evitar que el cambio en la estructura familiar sea traumática para l@s niñ@s. Los niños como los adultos tienen miedo al cambio, por ello, los progenitores deben mostrarse como un bloque, primando el bienestar
del menor sobre sus diferencias y así transmitir tranquilidad y seguridad.
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